26 jul 2017

¿Quieres que tu hijo aprenda a leer y a escribir rápido? Lee esto primero


En mi consulta privada tengo a varios niños y adolescentes en psicoterapia. Con ellos el trabajo es básicamente lúdico, es decir, utilizamos el juego como el marco en el que el paciente expresa sus necesidades, preocupaciones o malestares, para así resolverlos.

Muchos niños y adolescentes, especialmente los varones, eligen jugar cartas conmigo, pero no naipes, sino juegos de cartas como Magic o Yu-Gi-Oh, en los que hay que leer mucho y, además, hacerlo bien. Para jugar bien a estos juegos, el niño o adolescente debe tener una buena comprensión lectora, entre otras habilidades. De lo contrario no podrá armar una estrategia para vencer.

Una carta de Magic. Suelen ser muy vistosas, y eso atrae a los chicos. Sin embargo, hay que saber leer bien para poder jugar correctamente. Fíjense en el texto debajo de la imagen que indica el funcionamiento del personaje en el juego. A primera vista no parece muy complicado, pero el juego exige mucho de comprensión lectora. A veces hasta yo me equivoco por no leer correctamente lo que indica la carta.

Estos juegos son muy interesantes porque aquí nos damos cuenta de cómo es que anda el niño o adolescente en varias áreas: lectura, vocabulario, planificación, estrategia, control de impulsos, atención, concentración, aprendizaje, razonamiento lógico, y un largo etcétera.

Pero centrémonos en la capacidad de lectura. Muchas veces, mis pacientes pierden jugando Magic o Yu-Gi-Oh por no leer sus cartas, o las mías que se encuentran en el tablero. A veces me doy cuenta que es como si las palabras no existieran. Tienen la amenaza enfrente y no la ven porque está escrita en palabras. O al revés, tienen la carta que les puede hacer ganar la partida en su mano, y no lo saben porque no la han leído.

Una carta de Yu-Gi-Oh. Al igual que Magic, sus cartas exigen mucha comprensión lectora. Es interesante que he tenido pacientes que han mejorado sus habilidades lectoras en su afán de ganarme en sus sesiones, con la satisfacción por el logro y la potenciación de la autoestima que esto conlleva.

Cuando me doy cuenta de esto, les puedo preguntar, "no te gusta leer, ¿cierto?". Entonces muchas veces ellos me responden: "¡No! ¡Odio leer! ¡Lo odio!". Y entonces pierden, porque jugar Magic o Yu-Gi-Oh sin leer es sinónimo de derrota.

A mí me gusta pensar en la psicoterapia como una especie de laboratorio de pruebas para el paciente. En la psicoterapia te sucede en pequeño lo que en la vida real te sucede en grande. Si lo resuelves en psicoterapia en pequeño, lo podrás resolver en tu vida en grande.

Pues bien, ¿qué nos dice esto en particular de los chicos? Pierden en la vida por odiar leer, por optar por ignorar el lenguaje escrito, por optar por ignorar los mensajes que da la vida porque estos están escritos. Entonces no quieren estudiar, no quieren leer, sacan malas notas, quieren todo mediante el mínimo esfuerzo. ¿Cuántas veces sucede esto a los chicos? Muchas veces incluso nos pasa a los grandes, y así acabamos convirtiéndonos en adultos mediocres.

Aprender a leer demasiado pronto

Un niño o adolescente que "odia" leer y/o escribir puede sentir esto por muchas razones. Lo que yo me pregunto es: ¿una de ellas no será que les estamos enseñando a leer y a escribir a nuestros hijos demasiado pronto?

Antes de los 6 años, los niños disfrutan del aprendizaje mediante el juego y la exploración. Sentarlos a leer y a escribir en esta etapa puede resultar forzado. Para justificar esta premura, se dice, entre otras cosas, que antes de los 6 años los niños están en el apogeo de su desarrollo y que hay que aprovechar ese momento para que ellos aprendan a leer y a escribir. De acuerdo, pero ¿a qué costo? Me pregunto si el resultado de esto no es ese rechazo tan grande que sienten los chicos hacia la lectura, que les hace perder la partida y que puede acabar haciéndolos perder en la vida (o ganar a medio pelo). Me parece un riesgo demasiado alto.

En el portal guiainfantil.com hay un artículo publicado muy importante para los papás que tienen niños pequeños y que piensan en cómo será su educación. Aquí les dejo el enlace:


Les recomiendo que lo lean. Hacia el final hay un subtítulo que dice "qué puede ocurrir si se fuerza a leer y a escribir al niño antes de tiempo". Entre las posibles consecuencias, la autora menciona justamente lo que les cuento: "pérdida de interés por la lectura y la escritura". En otras palabras: "¡Odio leer, lo odio!". Ojo con eso.

8 jul 2017

Enseñar a los niños a enfrentarse a los insultos o a las palabras hirientes


Cuando llega el niño contando que en el colegio alguien lo ha insultado o que está tomando la costumbre de hacerlo, o que está diciéndole cosas molestas o hirientes, muchos papás solo atinan a responderle "no le hagas caso". El niño lo que espera es apoyo. Decirle esto y cerrar la conversación lo deja solo frente a una situación que podría sobrepasarlo. Y es que en realidad, si el niño está diciendo esto a sus padres, bien podría entenderse como un pedido de auxilio.

Enseñarle a los niños a enfrentarse a esto sin usar violencia

En el portal www.guiainfantil.com nos proponen 6 formas de enfrentar insultos o palabras molestas de otros niños, para que los papás se las enseñen a sus hijos cuando sea necesario. Estas son:

1) Indiferencia o desprecio de la agresión
2) Responder con preguntas que minimizan los ataques del agresor
3) Sonrisa sarcástica o desdeñosa
4) Responder con "¿y?"
5) Responder con un halago en interrogación
6) Desviar la atención del niño agresor

Me ha parecido que estas formas que propone el portal son interesantes como primera línea de defensa ante situaciones de agresión verbal que pueden enfrentar los niños. Es importante que los papás tengan la paciencia y el interés de guiar a sus hijos en esto, viendo con ellos qué funciona, qué no, qué hizo, cómo lo hizo y cómo puede mejorar su defensa.

Les recomiendo leer la nota completa de www.guiainfantil.com para que vean en detalle en qué consisten cada una de estas 6 técnicas. Sigan el siguiente enlace: