21 abr 2018

Estadísticas lamentables acerca de la situación de la salud psicológica en el Perú


Las estadísticas con respecto a la situación de la salud psicológica en el Perú son francamente malas. Aquí comparto un par de muestras:

- El 15% de la población del país (1 de cada 6 o 7 personas) sufre de algún trastorno o enfermedad mental. Esto representa aproximadamente 5 millones de personas.

- De esta cifra, el 80%, aproximadamente 4 millones de personas, no recibe tratamiento alguno.

No caigamos en la ingenuidad de creer que estas cifras tan desastrosas se quedan en las casas de las personas. No, esta situación afecta también la vida pública, laboral, económica, familiar, política, académica, afecta absolutamente todos los ámbitos de la vida de los ciudadanos de este país.

Recomiendo mucho a los lectores de este país y a cualquier interesado revisar la corta nota de prensa de donde obtuve estos datos:


11 abr 2018

Parejas durmiendo en habitaciones separadas


Cuando los miembros de una pareja de esposos o convivientes se quieren, se aman, desean permanecer juntos, cuidar de su relación y no separarse, pueden pensar en la posibilidad de dormir en habitaciones separadas si acaso detectan que el hecho de compartir la cama y/o la habitación está generando problemas, poniendo en riesgo la estabilidad o continuidad de la relación, y no hay mejor forma de resolver el problema.

Estas situaciones pueden ser de diversa índole y de diversa complejidad. Hay situaciones muy simples, como cuando uno de los miembros ronca y el otro resulta que es muy sensible a los ruidos.

Hay otras situaciones más complejas, como cuando las características de uno de los miembros, sin ser necesariamente algo negativo, dificultan muchísimo el compartir un espacio tan íntimo. Esto puede darse, por ejemplo, cuando uno se casa o se enamora de alguien que necesita su propio espacio, por ejemplo, algunas personas con síndrome de Asperger o personas con rasgos obsesivos.

También puede suceder esto por una incompatibilidad con respecto al uso del espacio. De pronto a uno de los miembros le gusta mucho usar la habitación para comer, trabajar, ver TV, jugar videojuegos, escuchar música, estudiar o leer, mientras que el otro miembro desea utilizar su habitación para descansar, resultando que muchas veces no puede hacerlo por la actividad de su pareja. Si bien lo recomendado es que la habitación se use solo para descansar y para tener intimidad, de repente el primer miembro de la pareja no quiere vivir así, lo que configura una incompatibilidad que podría poner en riesgo la relación de pareja.

También hay situaciones de salud. Por ejemplo, en la nota que pongo como referencia aquí, hay un comentario de una lectora con fibromialgia, cuyo esposo se mueve tanto en la cama que la golpea, la empuja y la patea en la noche, haciendo que ella sufra innecesariamente más de lo que ya de por sí le ocasiona la enfermedad crónica que posee.

También podemos incluir situaciones especiales, como por ejemplo la de una pareja en la que uno de los miembros trabaja de noche y descansa de día. Esta pareja puede verse en la situación de no poder hacer uso de su habitación con comodidad en sus horas de vigilia, ya que el otro miembro está descansando.

El psicólogo Vicente Herrera-Gayosso nos ofrece una serie de datos interesantes acerca de este tema. Paso a mencionar algunos de ellos:

- El hecho de dormir en habitaciones separadas puede despertar nuevamente la pasión y el deseo sexual que suele amenguar con la convivencia o el matrimonio, ya que mantiene la distancia necesaria para añorarse, extrañarse y sentir atracción hacia aquello que no se tiene todo el tiempo a la mano.


- El número de parejas que tienen sus propias habitaciones va en aumento, a tal punto que se ve con más frecuencia diseños arquitectónicos que incluyen dos habitaciones principales en los proyectos de construcción de viviendas. [Lamentablemente el autor no especifica los países en los que se está dando este fenómeno].

- La costumbre de dormir en una misma cama en el mundo moderno occidental tiene un origen más económico que romántico. Esto se remite a los de años de la revolución industrial, en los que las ciudades empezaron a crecer demográficamente, provocando la necesidad de reducir los espacios en las viviendas.

- Algunas civilizaciones tenían la costumbre de que cada miembro de la pareja tuviera su propia habitación. Las culturas egipcia y griega serían ejemplos de ello. Esto nos puede llevar a pensar que el acto de compartir el lecho y la habitación no es que sea un mandato genético o natural.


Referencia

Herrera-Gayosso, Vicente (2016). ¿Es bueno para la pareja dormir en habitaciones separadas? Psicocode. Recuperado de: https://psicocode.com/pareja/funciona-para-el-amor-y-la-pareja-dormir-en-habitaciones-separadas/


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe