15 dic 2017

Tiempos de duelo después de un aborto


De todos los procesos de embarazo, hay un porcentaje que se ve interrumpido por abortos espontáneos. En España, por ejemplo, este porcentaje oscila entre el 10% y el 20% de embarazos.

Luego del aborto espontáneo, la pareja, en especial la mujer, puede ingresar en un periodo de duelo, que es un proceso depresivo natural luego de que una persona ha perdido algo o alguien importante en su vida.

En el caso de los embarazos fallidos, este proceso, también llamado "duelo gestacional", puede tener características peculiares, relacionadas con los tiempos del embarazo que se interrumpió.

Posibles momentos clave en el duelo gestacional

Es posible que el primer año posterior al aborto sea difícil. Se puede vivir con intensidad todo lo que recuerde o tenga que ver con embarazos o hijos.

Las fechas próximas al momento en que se debió haber dado el nacimiento conforman una etapa crítica. Pasado ese periodo, la pareja o la mujer pueden ir ya asimilando la pérdida y preparándose para cerrar la experiencia con el fin de continuar con nuevos ciclos vitales.

Finalmente el aniversario del embarazo o de la pérdida puede representar la última etapa crítica del proceso de duelo.

Eventos posteriores, como un nuevo embarazo, el nacimiento de un hijo o la pérdida de algo o alguien importante, pueden reactivar el duelo de este hijo perdido.

Apoyo de los seres queridos

Aquí es importante que la pareja, los familiares y las amistades entiendan que este duelo gestacional tiene sus tiempos, que es natural y que es necesario para la persona asimilar y superar esta experiencia dolorosa, despedirse de este hijo que no nació. Despedirse no es algo que tome uno o dos días, o una o dos semanas. Es fundamental respetar, apoyar y sostener a la persona que está pasando por esto, no negar las cosas con razonamientos fríos o presionando para que ella, o ella y su pareja, vuelvan a estar como si nada hubiera pasado.


¿Cuándo buscar intervención profesional?

Si transcurridos estos tiempos es notorio que la persona no se recupera y sigue mostrando signos de depresión (tristeza, irritabilidad, malhumor, llanto frecuente, mucho o poco apetito, mucho o poco sueño, falta de motivación, demasiada sensibilidad o cambios abruptos de estado de ánimo) sí es recomendable buscar una intervención profesional, ya que le está costando culminar su proceso de duelo y cabe el riesgo de que se desarrolle un cuadro depresivo que ya no sea natural o "normal".

También es válido buscar intervención psicológica si es que la persona siente que la situación es muy dolorosa y no desea pasarla tan mal. La intervención profesional podría de hecho optimizar los tiempos del duelo y ajustar las fases a lo estrictamente necesario. De esta forma, la persona puede reponerse de manera sólida y lo más rápidamente posible.

Una recomendación final

Es muy importante esto: mientras no esté superado el duelo en ambos miembros de la pareja, eviten buscar otro embarazo. En estos casos no funciona eso de "un clavo saca otro clavo" y pueden ir bastante mal las cosas con el niño que se ha buscado tener de esta manera.

Referencia

Vazquez-Reina, Marta (2012). ¿Por qué duele tanto un aborto? Eroski Consumer. Online: http://www.consumer.es/web/es/bebe/embarazo/perder-el-bebe/2012/09/14/212964.php


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

6 dic 2017

La importancia de que los niños tengan rutinas


Las rutinas ponen límites a las personas, estructuran la jornada, ordenan las actividades e impiden los excesos al interrumpir la perseveración en las actividades de placer.

Al hablar de "rutinas" nos referimos, por ejemplo, a las horas de acostarse, a los preparativos previos a irse a dormir, a las horas de levantarse, a las siestas, a las horas de las comidas, a las horas de actividades de aseo personal, a las horas de estudio, etc.

¿Por qué son importantes las rutinas?

Cuando los niños crecen sin suficientes rutinas, puede resultarles muy difícil luego manejarse en situaciones en las que hay normas o limitaciones, ya que no se han acostumbrado a interrumpir sus deseos de acuerdo a la necesidad o a la conveniencia.

También la falta de rutinas podría ayudar al niño a acostumbrarse a procrastinar, a dejar para después las cosas que no le brindan una satisfacción inmediata, como bañarse, cambiarse la ropa del colegio al llegar a casa, estudiar o hacer tareas.


Las rutinas ayudan a que a los niños les sea más fácil obedecer las directivas de sus papás, ya que están acostumbrados a guiar sus acciones no solo por el placer, sino también por lo que es necesario e importante. Los niños normalmente confían en el criterio de sus padres, por lo que saben que lo que ellos mandan en el fondo es para su bien, por más que no sea algo placentero en el momento.

Al niño sin rutinas, en cambio, le puede ser más fácil caer en la desobediencia a sus papás o a las figuras de autoridad. También le puede ser más fácil buscar justificar su inacción con pretextos o falsas razones que lo convierten en un rebelde, cuando lo que realmente desea, de repente, es que no perturben su falta de estructura, su caos, que no le interrumpan sus placeres.

Planificar, conversar, ponerse de acuerdo lo más temprano posible

Por ello es importante que los papás se pongan de acuerdo en establecer rutinas para sus hijos y en hacerlas cumplir a sus horas, cuidando, por supuesto, de dejarles el espacio suficiente para disfrutar del juego, del placer, del ocio y del descanso.

Si los papás trabajan mucho fuera de casa, es sumamente importante que los adultos encargados hagan cumplir estas rutinas (tema muy delicado cuando hay de por medio abuelos que desautorizan a los papás, servicio doméstico demasiado complaciente o familiares a los que no les interesa). Es bueno que esto se establezca desde pequeñitos, no esperar a que el niño muestre problemas de desobediencia, rebeldía, falta de límites o bajo rendimiento para recién pensar en esto. Esto tendría que formar parte de la estrategia de crianza lo más temprano posible, incluso antes de pensar en formar una familia. Muchas veces los papás se encuentran con que están en absoluto desacuerdo con respecto a asuntos fundamentales cuando ya tienen encima la responsabilidad de criar a los niños. Es mejor prevenir de forma responsable.


Referencia

Vásquez-Reina, Marta (2013). Niños desobedientes, seis trucos para corregirles. Eroski Consumer. Online: http://www.consumer.es/web/es/bebe/ninos/mas-de-4-anos/2013/01/16/215401.php


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

30 oct 2017

¿Por qué los adolescentes son tan poco empáticos y egocéntricos?


Si tienes hijos adolescentes te habrás dado cuenta de que tal vez son muy egoístas e, incluso, poco empáticos. Por ejemplo, tal vez sientes que piensan solo en su comodidad y no se ponen en el lugar de las personas que viven con ellos; dejan tiradas las cosas, no lavan sus platos o los dejan por cualquier parte, son sucios o pretenden que los sirvan como si fueran reyes, sin ellos dignarse a hacer nada ni menos a merecerlo. No se ponen a pensar que, tal vez, esos platos sucios, esa basura tirada en la sala o sus cosas ocupando toda la mesa del comedor, molestan a los demás miembros de la familia; no se ponen a pensar que no viven solos.

Tal vez te hayas dado cuenta de que para algunas cosas son muy inmaduros y dependientes, pero para otras sí que pretenden que los tomen como adultos autónomos, por ejemplo, a la hora de salir el fin de semana o a la hora de encerrarse en su cuarto y no permitir que nadie les supervise nada. Y es que evidentemente no les conviene reclamar madurez para algunas cosas, pero para otras cosas sí que les conviene, y mucho. No se detienen a pensar en cómo su comportamiento convenido, oportunista y poco responsable afecta a la otras personas, sus padres, hermanos o demás familiares.

¿Por qué son tan egoístas? ¿Por qué les cuesta tanto ponerse en el lugar del otro?

Lo que sucede es que en la adolescencia disminuye la materia gris de la corteza prefrontal del cerebro. Sucede esto por un pico, una alta actividad de poda sináptica que coincide con el inicio de la adolescencia y se prolonga hasta la adultez joven.

Al darse esta disminución de materia gris en la corteza prefrontal, se verán afectados los procesos cerebrales ligados a esta estructura del encéfalo, por ejemplo, la capacidad para interpretar el comportamiento social y la capacidad para ponerse en el lugar de las otras personas.


Ahora que ya se sabe...

Ahora que ya sabemos esto nos podemos dar cuenta de que tal vez no sea tan pertinente ir diciéndole al adolescente que ES un desconsiderado, que ES un insoportable, que ES un intratable, que ES un vivazo que solo quiere aplicar la ley del embudo a su favor.

Los adolescentes sí pueden ser empáticos; les puede costar esfuerzo porque las estructuras cerebrales destinadas a esas funciones se encuentran en construcción, y justamente por ello es que habría que ayudarlos a construir estas capacidades en vez de criticar, adjetivar, insultar o indignarnos.

Pensemos que si se nos lesionan las áreas cerebrales destinadas a la percepción auditiva, nos quedaremos sordos sin remedio, por más que no querramos. ¡Qué frustrante y poco empático sería que se enojen con nosotros por no escuchar! La diferencia es que la falta de empatía de los adolescentes no es irremediable; de hecho, sus cerebros se están preparando para ello. Hay que enseñarles con el ejemplo, ser empáticos con ellos y no atacarlos por estar en construcción.

Referencias

1) Sarah-Jayne Blakemore (2012). El misterioso funcionamiento del cerebro adolescente. Online:




2) Seiji Arakaki (2017). La empatía en la adolescencia. Online: http://www.ciapla.com/consejos/la-empatia-adolescente.php


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

16 oct 2017

La profecía autocumplida


En los años sesenta se publicó el siguiente experimento: se tomó un grupo de profesores de primaria y se les dijo que se había evaluado la inteligencia de los niños que tendrían a su cargo. Luego se les indicó los alumnos que habían obtenido mejores resultados en la evaluación en sus respectivos grupos. Finalmente se les comentó que era esperable que estos alumnos sean los que obtengan mejores calificaciones.

Al finalizar el curso se revisaron las calificaciones de los alumnos de estos profesores y se vio que efectivamente, los alumnos que supuestamente habían obtenido mejores resultados en la supuesta evaluación de inteligencia, fueron los que obtuvieron mejores calificaciones.

Todo parece muy correcto en esto, excepto por el hecho de que esa evaluación de inteligencia nunca existió y que los supuestos alumnos más inteligentes fueron tomados al azar por los investigadores. Se le había dado a los profesores información falsa. ¿Qué pasó?

Este es el famoso experimento de Rosenthal y Jacobson (ver referencia abajo) sobre el conocido efecto Pigmalión o profecía autocumplida. Parece que los profesores hicieron inconscientemente todo lo necesario para que las cosas salgan como se supone tendrían que salir. En otras palabras, creyeron lo que se les dijo, profetizaron un resultado y lo hicieron realidad.

La profecía autocumplida

La profecía autocumplida es una predicción que justamente por haber sido hecha es que se convierte en realidad. Dicho de otro modo, las personas podemos hacer que nuestras expectativas se hagan realidad, no importa si estas son falsas, absurdas, inconvenientes, indeseadas o poco realistas, si creemos realmente que algo tendría que ser de tal manera, nuestras propias acciones podrían hacer que eso se cumpla.

Se trata de una espada de doble filo. Puede jugar a nuestro favor si profetizamos cosas favorables y puede ser terrible si juega en nuestra contra. Vale recalcar que todo esto se da sin que la persona se dé realmente cuenta. Esto NO funciona si se hace a propósito, OJO.

Ejemplo 1: mala campaña preuniversitaria

Un ejemplo: un adolescente termina el colegio, tiene muy baja autoestima, cree que es incapaz, torpe, poco inteligente y, para rematar, cree que es moralmente malo y que no merece que le sucedan cosas buenas. Él desea postular a la universidad X. Pero resulta que para ingresar a dicha casa de estudios, hay que dar un riguroso examen de admisión. A dicha universidad postulan 5000 alumnos cada semestre, y solo ingresan 600. Solo "los mejores" ingresan, solo ingresa "quien lo merece".

El muchacho inicia su preparación para postular y se matricula en una academia preuniversitaria. El ahora estudiante preuniversitario realmente no cree que vaya a ingresar, no se cree capaz, tiene mucho miedo. Este es el punto de partida para toda la recatafila de sucesos que devendrán en su fracaso. Su pobre amor propio lo deprime, lo que le quita fuerzas para estudiar, no lo hace como es debido. Fracasa en las primeras prácticas y se confirma que es estúpido, que no está capacitado y que lo merece por vago. Así se la pasa todo el ciclo preuniversitario, con algunos pocos pero insuficientes arranques de motivación. Llega la fecha, naturalmente fracasa y no ingresa. La profecía se cumplió.

Sin embargo, si evaluamos las capacidades intelectuales de este estudiante podríamos ver que es perfectamente capaz de ingresar a esa universidad y aun podría lograr cosas más difíciles. ¿Cuántas veces nos encontramos con casos así? ¿Cuántas veces pensamos o incluso les decimos a algunas personas "si quisieras podrías lograr muchísimo más"?

Ejemplo 2: ansiedad en la entrevista laboral


Un ejemplo más sencillito: un joven profesional va a postular a un puesto laboral en una empresa grande y prestigiosa. Lo han llamado para la entrevista. Ha pasado todos los filtros. No se supone que eso debiera haber pasado. Se muere de miedo. Tiene tanto miedo al rechazo de los representantes de dicha empresa que la noche anterior no puede dormir bien. El miedo sitúa a la persona en un futuro catastrófico que ni siquiera existe aún. Afirma la catástrofe sin que él mismo lo desee. Llega la hora y, ahí, en las instalaciones de la empresa, el joven postulante tiene tanto miedo que suda, le tiemblan las manos, tartamudea, su lenguaje no verbal es inadecuado. Los evaluadores lo rechazan: dirían cosas como que "le falta experiencia, muy joven, inexperto, inseguro". Posiblemente de no haber pensado tanto en el fracaso, habría tenido una entrevista mejor y lo habrían aceptado. Su miedo se cumplió. Él mismo lo hizo realidad.

Ejemplo 3: bloqueo de memoria


Otra de preuniversitarios: el postulante llega al examen de admisión. Se muere de miedo. Toda la semana ha estado muy preocupado. La última noche ni siquiera pudo dormir bien. Llega el momento del examen y la ansiedad lo sobrepasa. Se queda en blanco. Como por arte de magia todo lo que estudió en las últimas semanas ha desaparecido de su cerebro. Esto lo asusta más y empieza a sentirse realmente mal, incluso físicamente. Recién cuando acaba el examen vuelve a su memoria todo lo que había estudiado. No ingresa. Su gran temor se hizo realidad. De hecho, su mismo sistema nervioso, su propio cerebro, su propia memoria, su propio cuerpo, él hizo que se cumpliera.

Papás que inoculan profecías en sus hijos (sin querer)


Si esos investigadores engañaron a estos profesores, adultos profesionales, con solo contarles el cuento de la evaluación de inteligencia, ¿se imaginan el poder que tienen las palabras o acciones de los papás en las cabezas de sus niños o adolescentes? Sería bueno pensar en ello.

No se trata de forzar las cosas y andar diciéndoles a los niños que todo lo pueden, porque eso es mentirles y al final esos pequeños acabarán dándose de cara con la realidad de que sus poderes son muy limitados en verdad. La profecía autocumplida NO es algo que podamos hacer a propósito o que podamos utilizar así tan fácil a nuestro favor, como si fuera un conjuro o algo mágico, no. Las profecías autocumplidas, cuando se dan de forma positiva, son simplemente consecuencia de una buena salud psicológica en el área en la que se está dando (académica, laboral, social, amorosa, etcétera).

Tampoco se trata de hacerles sentir a los niños o adolescentes que son unos incapaces, seres inútiles que nada harán bien en este mundo. Una forma perfecta de lograr esto último es, por ejemplo, sobreprotegiéndolos. La sobreprotección tiene una afirmación profética dentro: "tú no puedes, eres incapaz, necesitarás de mí siempre". Al hacer esto con un niño, el mismo niño puede hacer que esto se cumpla de diversas maneras, tanto en el presente como más adelante cuando crezca.


Otra forma de producir profecías autocumplidas negativas es maltratando al niño o adolescente, por ejemplo, cuando los papás pierden el control y en medio de sus castigos o reprimendas empiezan a proferir universales: "¡tú SIEMPRE haciendo problemas!"; "¡TODA LA VIDA lo mismo contigo!". También cuando los papás utilizan el verbo SER: "¡ERES un malcriado!", "¡ERES un desordenado!", "¡ERES insoportable!". Fíjense cómo se generan profecías a granel con solo utilizar el verbo SER de esa manera. ¿Acaso no es clásico esperar que ese niño o adolescente al que se le dice eso acabará efectivamente siendo malcriado, desordenado o insoportable? Pues sí, parece que sí.


Referencia

Verdugo, Alba (2017). El efecto Pigmalión: si lo crees lo creas. Psicocode. http://psicocode.com/social/efecto-pigmalion-crees-creas/


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

19 sept 2017

Narcisismo

Quiero compartir con ustedes este vídeo publicado el año pasado por TED. El vídeo intenta explicar de forma sencilla y coloquial lo que es el narcisismo, tanto en su sentido de "rasgo de la personalidad" (término técnico que, coloquialmente, quiere decir algo similar a "característica de nuestra forma de ser"), como en su sentido de trastorno de la personalidad, cuando ese rasgo se vuelve ya un problema grave de salud.

Aquí les dejo este interesante vídeo, y luego comentaré un punto que me parece muy importante:




El sufrimiento del narcisista

Pues bien, todo lo dicho en el vídeo corresponde efectivamente con lo que los psicólogos y profesionales de la salud psicológica denominamos "narcisismo". También se valora el gran intento por hacer sencillo un tema tan complejo.

Ahora bien, y aquí va mi cuestionamiento, hay algo que falta en este vídeo, algo sumamente importante, fundamental. El vídeo omite o no pone suficiente énfasis en el componente del sufrimiento (incluso en una parte parece que afirma que ellos se sienten muy bien, lo que puede prestarse a confusión). Este componente del sufrimiento está graficado en el mito griego en el momento en que Narciso se ahoga, que es el momento en que la narración se convierte en tragedia. Las personas narcisistas, aun las denominadas aquí "narcisistas grandiosas", sufren, sufren constantemente y sufren mucho. La grandiosidad y brillantez que muestran o desean mostrar son solo una apariencia (como el reflejo de Narciso en el agua), una máscara que oculta sus sentimientos de vacío, de invalidez y de indefensión.

Por ejemplo, muchos narcisistas caen en adicciones. Esto es porque la sustancia adictiva elegida funciona como un salvavidas que los protege de encontrarse consigo mismos, y también como un disparador de endorfinas para aliviar el dolor emocional que sufren constantemente, especialmente cuando se encuentran solos o en la intimidad, donde no hay a quien mostrarle ninguna falsa grandiosidad.

Esto es algo que el vídeo no muestra en su verdadera magnitud y que es importante tener muy presente. El narcisismo patológico no solamente implica sufrimiento para quienes rodean a la persona, sino para la persona misma; y especialmente para ella, porque, finalmente, la pareja o los hijos pueden alejarse del narcisista, pero el narcisista no puede escapar nunca de sí mismo.

Así que recordar: las personas narcisistas hacen sufrir a los demás, sí, y también sufren ellas mismas. Nunca olvidar eso.

23 ago 2017

Las mujeres pueden ser felices sin ser madres


Hay algunas mujeres que no desean tener hijos. Yo mismo conozco a algunas de ellas, y tienen sus razones.

También hay mujeres que no pueden tener hijos normalmente y que han decidido no forzar su destino o no forzar a la naturaleza, como quiera entenderse, sometiéndose a agotadores y dolorosos tratamientos, y, que, al mismo tiempo, no desean adoptar, porque, por ejemplo, no se ven criando a un niño que no sea biológicamente suyo, aunque si se hubiera dado el caso de que pudieran concebir, sí que lo habrían hecho gustosas.

También hay mujeres heterosexuales que no es que biológicamente no puedan tener hijos, sino que, por A o B razones, no han conseguido establecer una relación de pareja estable, y que, por otro lado, no quieren formar una familia solas.

Así, pensando en esto rápidamente, se me ocurren estas tres situaciones. Y se me ocurren porque, repito, conozco personalmente algunos de estos casos.

Pues bien, ninguna de estas tres posibilidades implica que la mujer en cuestión sea infeliz o que no se sienta realizada o que se quede sola. Si a las finales se siente de alguna de estas formas, no será porque no fue madre, será por otras razones que tienen que ver con asuntos concernientes a su salud psicológica. De hecho, con o sin hijos se tendría que sentir, en el fondo, igual de sola, infeliz o sin sentido.


Es más, sí que estas mujeres pueden conseguir vivir tranquilas, llevar una vida cómoda, plena e incluso ser felices (digo "incluso", porque alcanzar la felicidad no es nada fácil para nadie, seamos padres de familia o no).

Por ejemplo, ¿uno o más hijos garantiza que tu vida tenga sentido? No. De hecho hay muchísimos padres y madres que sienten cómo su vida se desperdicia en el vacío justamente por dedicarse solamente a criar hijos, así que no, no podemos achacar esto de la no realización personal a la falta de hijos.

¿Tener hijos garantiza que no te vayas a quedar solo? ¡Tampoco! Porque si eres lo suficientemente maltratador con tus hijos, por ejemplo, ellos, a la larga, te pueden dejar solo. ¿Cuántas veces vemos esos casos de "malos hijos" que abandonan a sus papás y los dejan completamente solos en su vejez?

¿Tener hijos garantiza la felicidad? No, para nada. De hecho a mí me parece que las mujeres sin hijos que conozco parecen estar más contentas que las mujeres con hijos que conozco. Por supuesto este conteo personal no tiene ninguna relevancia, más allá de lo anecdótico, pero es que ya hablando más desde mi profesión, sí puede ilustrar lo que sí sabemos: que hay mujeres sin hijos que pueden estar muy bien y sentirse contentas, así que no, una mujer que decida no tener hijos no está condenada a la infelicidad, y si es infeliz, no es porque no tenga hijos, es porque ella misma no se siente bien en general, sea en la situación que esté.

La motivación egoísta

Más bien hay un gran peligro a la hora de optar por formar una familia: cuando decidimos ser padres para satisfacernos a nosotros mismos. Ahí es que empezamos con el pie izquierdo.

De acuerdo, esto del egoísmo de alguna manera es ineludible. En el fondo, muy en el fondo, siempre hacemos las cosas para satisfacernos, ya lo sé, pero es que yo me refiero a casos evidentes en los que "el otro", en este caso, el hijo, pareciera no contar para nada. Por ejemplo:

- "Quiero ser mamá para sentirme realizada como mujer."
- "Quiero ser mamá para no quedarme sola."

Hay motivaciones que son aun más egocéntricas. Por ejemplo, algunas de las que he escuchado por ahí:

- "Quiero tener hijos para que me cuiden cuando sea vieja."
- "Quiero tener un hijo para sentir que me perpetúo luego de mi muerte, para sentirme inmortal."
- "Quiero ser mamá porque mis papás quieren nietos."
- "Quiero ser mamá porque, si no, ¿qué van a decir de mí?"
- "Quiero ser mamá para poder irme de mi casa."
- "Quiero ser mamá para comprometer a mi pareja a casarse conmigo."
- "Yo no quiero ser mamá, pero voy a serlo porque mi esposo desea tener hijos y no quiero que me deje."
- "Quiero ser mamá para poder enganchar a mi pareja adinerada y garantizar mi seguridad económica."

¿Cuál es el común denominador de todas estas citas? Que todo es "yo", "yo", "yo", "mi necesidad", "mi satisfacción", "mi gusto", "mi capricho".

¿De eso se trata tener un hijo? ¿De satisfacer "mis" necesidades utilizando a la criatura que ni siquiera ha nacido? Como dije, ahí es donde se empieza con el pie izquierdo.

Yo te diría algo, si alguna de estas, u otras similares, son tus motivaciones, de verdad, mejor no seas mamá, no aún. En serio, no lo digo por el niño, que ni siquiera existe aun, lo digo por ti, es muy probable que no te vaya bien.

Empezar con el pie derecho

¿Cuándo se empieza con el pie derecho? Cuando tú y tu pareja desean tener un hijo para poder criarlo y darle lo mejor de ustedes. Se empieza con el pie derecho cuando la maternidad inicia como un acto de amor hacia la criatura que se ha decidido criar, y no como un acto egoísta.

- "Quiero ser mamá para criar a mi hijo y darle lo mejor de mí."

Fíjense cómo la sola oración parece apuntar hacia afuera, hacia el niño, y no se regodea en el círculo sin fin del egoísmo, de la motivación propia, de la autosatisfacción, que siempre apunta hacia adentro (yo, yo, yo). Aquí la futura mamá está entregándose al otro y eso es un acto de amor. Aquí se empieza con el pie derecho.


Mujeres que deciden no ser mamás

Por todo lo anterior, cuando encuentres a una mujer que ha decidido no ser mamá, no hay que molestarla con preguntas absurdas o con comentarios impertinentes. Cuando una mujer decide no ser mamá, siempre está tomando una decisión correcta, ya que esta mujer está teniendo la fortaleza, la honestidad, la autenticidad y la responsabilidad de reconocer que eso no es para ella, al menos no ahora. ¿O qué queremos? ¿Una mamá que no lo hace bien, desmotivada, infeliz, irresponsable?


El famoso argumento de la perpetuación de la especie

Las personas que dicen que las mujeres deberían ser madres porque hay que perpetuar la especie y que ese es el mandato natural, pues hay que decirles que tienen razón en la última parte. Efectivamente, es un mandato natural, y por eso nos sentimos tan atraídos hacia el acto de reproducirnos. Sin embargo, el ser humano es una especie de excepción. Este mundo no necesita más seres humanos. De hecho, nuestra especie está "hiperperpetuada". Así que no, no molestemos a las mujeres que no desean ser madres con este argumento, que este planeta tiene serios problemas de sobrepoblación y serios problemas ambientales. Inclusive hay pronósticos nada bonitos con respecto al calentamiento global, a la falta de agua y a la falta de alimentos para el futuro, problemáticas que se dan en gran parte por la sobrepoblación y que no solo ponen en riesgo la existencia de nuestra especie, sino la de muchísimas otras.

En última instancia, el ser humano es especialista en ir en contra de los mandatos naturales. Con ese mismo argumento de la perpetuación de la especie, habría que desconectar a todos los enfermos de los hospitales porque llevan una existencia "no natural" y el mandato natural en esos casos es la muerte. Así que no, mejor dejar ese argumento, que hace rato que el ser humano no es una especie que se rige por las leyes de la naturaleza, y eso lo podemos ver con solo asomarnos a la ventana.

Para terminar, les dejo una nota publicada recientemente en el diario Perú 21 que trata justamente sobre este tema, con algunos valiosos testimonios de algunas de estas mujeres que no desean ser mamás:

26 jul 2017

¿Quieres que tu hijo aprenda a leer y a escribir rápido? Lee esto primero


En mi consulta privada tengo a varios niños y adolescentes en psicoterapia. Con ellos el trabajo es básicamente lúdico, es decir, utilizamos el juego como el marco en el que el paciente expresa sus necesidades, preocupaciones o malestares, para así resolverlos.

Muchos niños y adolescentes, especialmente los varones, eligen jugar cartas conmigo, pero no naipes, sino juegos de cartas como Magic o Yu-Gi-Oh, en los que hay que leer mucho y, además, hacerlo bien. Para jugar bien a estos juegos, el niño o adolescente debe tener una buena comprensión lectora, entre otras habilidades. De lo contrario no podrá armar una estrategia para vencer.

Una carta de Magic. Suelen ser muy vistosas, y eso atrae a los chicos. Sin embargo, hay que saber leer bien para poder jugar correctamente. Fíjense en el texto debajo de la imagen que indica el funcionamiento del personaje en el juego. A primera vista no parece muy complicado, pero el juego exige mucho de comprensión lectora. A veces hasta yo me equivoco por no leer correctamente lo que indica la carta.

Estos juegos son muy interesantes porque aquí nos damos cuenta de cómo es que anda el niño o adolescente en varias áreas: lectura, vocabulario, planificación, estrategia, control de impulsos, atención, concentración, aprendizaje, razonamiento lógico, y un largo etcétera.

Pero centrémonos en la capacidad de lectura. Muchas veces, mis pacientes pierden jugando Magic o Yu-Gi-Oh por no leer sus cartas, o las mías que se encuentran en el tablero. A veces me doy cuenta que es como si las palabras no existieran. Tienen la amenaza enfrente y no la ven porque está escrita en palabras. O al revés, tienen la carta que les puede hacer ganar la partida en su mano, y no lo saben porque no la han leído.

Una carta de Yu-Gi-Oh. Al igual que Magic, sus cartas exigen mucha comprensión lectora. Es interesante que he tenido pacientes que han mejorado sus habilidades lectoras en su afán de ganarme en sus sesiones, con la satisfacción por el logro y la potenciación de la autoestima que esto conlleva.

Cuando me doy cuenta de esto, les puedo preguntar, "no te gusta leer, ¿cierto?". Entonces muchas veces ellos me responden: "¡No! ¡Odio leer! ¡Lo odio!". Y entonces pierden, porque jugar Magic o Yu-Gi-Oh sin leer es sinónimo de derrota.

A mí me gusta pensar en la psicoterapia como una especie de laboratorio de pruebas para el paciente. En la psicoterapia te sucede en pequeño lo que en la vida real te sucede en grande. Si lo resuelves en psicoterapia en pequeño, lo podrás resolver en tu vida en grande.

Pues bien, ¿qué nos dice esto en particular de los chicos? Pierden en la vida por odiar leer, por optar por ignorar el lenguaje escrito, por optar por ignorar los mensajes que da la vida porque estos están escritos. Entonces no quieren estudiar, no quieren leer, sacan malas notas, quieren todo mediante el mínimo esfuerzo. ¿Cuántas veces sucede esto a los chicos? Muchas veces incluso nos pasa a los grandes, y así acabamos convirtiéndonos en adultos mediocres.

Aprender a leer demasiado pronto

Un niño o adolescente que "odia" leer y/o escribir puede sentir esto por muchas razones. Lo que yo me pregunto es: ¿una de ellas no será que les estamos enseñando a leer y a escribir a nuestros hijos demasiado pronto?

Antes de los 6 años, los niños disfrutan del aprendizaje mediante el juego y la exploración. Sentarlos a leer y a escribir en esta etapa puede resultar forzado. Para justificar esta premura, se dice, entre otras cosas, que antes de los 6 años los niños están en el apogeo de su desarrollo y que hay que aprovechar ese momento para que ellos aprendan a leer y a escribir. De acuerdo, pero ¿a qué costo? Me pregunto si el resultado de esto no es ese rechazo tan grande que sienten los chicos hacia la lectura, que les hace perder la partida y que puede acabar haciéndolos perder en la vida (o ganar a medio pelo). Me parece un riesgo demasiado alto.

En el portal guiainfantil.com hay un artículo publicado muy importante para los papás que tienen niños pequeños y que piensan en cómo será su educación. Aquí les dejo el enlace:


Les recomiendo que lo lean. Hacia el final hay un subtítulo que dice "qué puede ocurrir si se fuerza a leer y a escribir al niño antes de tiempo". Entre las posibles consecuencias, la autora menciona justamente lo que les cuento: "pérdida de interés por la lectura y la escritura". En otras palabras: "¡Odio leer, lo odio!". Ojo con eso.

8 jul 2017

Enseñar a los niños a enfrentarse a los insultos o a las palabras hirientes


Cuando llega el niño contando que en el colegio alguien lo ha insultado o que está tomando la costumbre de hacerlo, o que está diciéndole cosas molestas o hirientes, muchos papás solo atinan a responderle "no le hagas caso". El niño lo que espera es apoyo. Decirle esto y cerrar la conversación lo deja solo frente a una situación que podría sobrepasarlo. Y es que en realidad, si el niño está diciendo esto a sus padres, bien podría entenderse como un pedido de auxilio.

Enseñarle a los niños a enfrentarse a esto sin usar violencia

En el portal www.guiainfantil.com nos proponen 6 formas de enfrentar insultos o palabras molestas de otros niños, para que los papás se las enseñen a sus hijos cuando sea necesario. Estas son:

1) Indiferencia o desprecio de la agresión
2) Responder con preguntas que minimizan los ataques del agresor
3) Sonrisa sarcástica o desdeñosa
4) Responder con "¿y?"
5) Responder con un halago en interrogación
6) Desviar la atención del niño agresor

Me ha parecido que estas formas que propone el portal son interesantes como primera línea de defensa ante situaciones de agresión verbal que pueden enfrentar los niños. Es importante que los papás tengan la paciencia y el interés de guiar a sus hijos en esto, viendo con ellos qué funciona, qué no, qué hizo, cómo lo hizo y cómo puede mejorar su defensa.

Les recomiendo leer la nota completa de www.guiainfantil.com para que vean en detalle en qué consisten cada una de estas 6 técnicas. Sigan el siguiente enlace:

30 may 2017

Los papás y los entrenadores de sus hijos


En el portal toqueygol.com, dedicado al fútbol, se publicó el mes pasado una nota muy importante para los papás y mamás que tienen (o tendrán) a sus hijos practicando algún deporte, no solamente fútbol.

La notal está compuesta por un pequeño conjunto de declaraciones y recomendaciones de la psicóloga deportiva Patricia Ramírez. En resumen, las recomendaciones son las siguientes:

- Es necesario que los papás eviten tomar el papel del entrenador de los chicos, corrigiéndolos, evaluándolos, reprendiéndolos o exigiéndoles o motivándolos a que hagan cosas que el entrenador no ha pedido.

- Cuando termina un partido o competencia, los papás, a veces, se exaltan o se quejan. Esto desmotiva a los chicos y les hace perder el sentido original del juego. Realizar las correcciones pertinentes, nuevamente, es tarea del entrenador, no de los papás.

- Es mejor que los papás dejen al entrenador la tarea de calificar a su hijo (si jugó o compitió bien o mal).

- Sí es recomendable que los papás feliciten o celebren los logros de sus hijos, pero sin caer en la evaluación "bien-mal", que, como ya se dijo, es tarea del entrenador.

Si tienes algún hijo o hijos practicando deportes con entrenador, o si te gustaría que tus futuros hijos o tus hijos aun pequeñitos lo hagan, dale una leída a esta pequeña nota. Es importante. Nuevamente, les dejo el enlace:

16 abr 2017

Una visión pervertida del viajar

Me encontré con esta imagen rondando por ahí:


Bueno, ¿qué decir? La verdad es que quienes me conocen saben que yo no soy muy entusiasta de andar viajando y me tildan de "aburrido" por ello. No es que me disguste viajar, pero la verdad es que tampoco voy por la vida pensando o deseando eso intensamente. La verdad que cuando lo hago la paso bien, pero francamente no es una actividad que me interese lo suficiente como para tenerla presente, lo que tal vez sea un "error" mío. ¿Por qué digo esto? Porque por ahí hay investigaciones o reflexiones interesantes que permiten concluir que el hecho de salir de nuestro espacio habitual y aterrizar o transportarnos a otro distinto, o completamente distinto, según sea el caso, implica que todo nuestro sistema biológico haga un esfuerzo para adaptarse, lo cual lo pone en movimiento, lo enriquece, lo cuestiona.

Esto es algo que podemos reconocer fácilmente apelando a nuestros recuerdos. Yo por ejemplo recuerdo que en un lugar al que fui me costó mucho adaptarme a las normas viales del sitio. Literalmente me mareaba en los cruces de avenidas y tenía que esforzarme para actuar como se debía. ¿Qué es lo que sucedía ahí? Pues que mi sistema nervioso central estaba haciendo un enorme esfuerzo por adaptarse a una realidad nueva que presentaba algunos cambios. Y esto es genial porque al conseguir adaptarme a estas nuevas características, mi sistema nervioso central ganaba plasticidad, hacía neurogénesis, se fortalecía, y entonces, luego del periodo fuera de casa, regresé a mi espacio habitual enriquecido por la experiencia nueva.

A lo que voy es a que viajar es saludable, ¡muy saludable!

El olvido y el escapismo: una visión pervertida de los viajes


Ahora bien, ¿qué pasa con esta imagen? Lo que sucede es que, a diferencia del viajar, esta imagen no tiene nada de saludable. ¿Por qué? Pues porque resulta que se desea "olvidar" los caminos anteriores. ¿Alguien se acuerda de aquel dicho que reza "una nación que olvida su historia está condenada a repetirla"? Pues lo mismo se aplica a los seres humanos. Un ser humano que desconoce su historia, que no piensa en su historia, que escapa de ella, que la pretende olvidar, está condenado a repetirla, con los mismos errores, con las mismas metidas de pata, con las mismas malas jugadas.

Muchísimas veces he escuchado a las personas a mi alrededor, sea en consulta o sea en mi vida diaria, decir que quieren viajar para escapar, para olvidarse. Y aquí no hablamos de hacer un paréntesis, como cuando quiero "olvidarme por un tiempo de todo", que es muy distinto; a eso se le llama descanso, recreación, eso es otra cosa. A lo que me refiero es a aquellos viajes en los que la persona realmente pretende olvidarse, no por un tiempo, sino olvidarse de verdad de las cosas, escapar, huir, dar la espalda, no enfrentar ni, por ende, solucionar nada.

Viajar fortalece el corazón, pero no por el olvido

¿Qué dice el meme, o como quiera llamársele? Pues esto: "dicen que viajando se fortalece el corazón, pues andar nuevos caminos te hace olvidar el anterior". Pues es cierto, algunos dicen esto, lo que vendría a ser lo mismo que decir en el siglo XIII "dicen que la Tierra es cuadrada". Vamos, la proposición es verdadera, pues es lo que dicen. Ahora, de ahí a afirmar que eso que dicen es correcto, es otra cosa.

Veamos lo que dicen, entonces. La primera parte ("viajando se fortalece el corazón") es cierta, como intenté ilustrar arriba, y por ello es que digo que tal vez mi poco interés en los viajes no sea algo muy positivo para mi vida. No pretendo que obsesionarme con ello sea sano, pero sí me convendría más interesarme un poquito más en una actividad tan enriquecedora.

Pero, bueno, con respecto a la segunda parte ("... pues andar nuevos caminos te hace olvidar el anterior"), solo puedo decir que eso se llama "escapismo""evitación", además que es categóricamente falso.

Olvidar: el sueño imposible que debilita el corazón

Muchas personas desean olvidar, lo que no es conveniente porque es de la memoria de la que se nutre el aprendizaje. En situaciones normales, los fracasos y las malas experiencias, siendo aprovechadas adecuadamente, nos fortalecen y nos indican por qué caminos NO hay que ir, nos revelan verdades incómodas pero sumamente ricas, tienen el poder de llevarnos o acercarnos a alcanzar nuestros éxitos, de la misma forma que las caídas enseñan a un niño a caminar. Incluso hay experiencias terribles, ya fuera de lo normal, que también han tenido el poder de darle un sentido extraordinario a las vidas de las personas resilientes que han conseguido beneficiarse de ellas.

Retomando, muchas personas desean olvidar. Digo que en situaciones normales esto no es conveniente, a lo que debo agregar que, además de inconveniente, es sencillamente imposible. No hay olvido. A veces creemos que olvidamos, pero en realidad no olvidamos nada y en el fondo seguimos sufriendo. Lo único que hacemos es meter la basura debajo de la alfombra. Así visto de afuera se ve muy bonito, parece que no hay basura, nos olvidamos de ella, pero la verdad es que apesta, porque cuando escondemos basura apesta a podredumbre, a pesar de que a simple vista no se ve dónde la tenemos guardada.


Esto explica cómo tantas veces podemos ver a estos viajeros con ansias de olvidar, cómo regresan igual o peor que antes, o se convierten en migrantes para descubrir que allá afuera siguen sufriendo. Si la persona consigue creer que ha olvidado, pues peor, porque con el supuesto olvido ya no hay aprendizaje en serio, o, peor aun, el sufrimiento escondido debajo de la alfombra se pudrirá lo suficiente como para afectar el cuerpo físico, porque así suele suceder, si no nos permitimos pensar, sufrir, llorar, hablar, hacernos responsables de nuestros rollos, recordar y aprender con el cerebro y con los sentimientos, podría ser nuestro cuerpo el que tome la posta y convierta ese sufrimiento en alguna enfermedad.

Viajar para enriquecerse, no para olvidar


Hay que viajar para enriquecernos, no para olvidar; hay que brindar con los amigos para fraternizar, para celebrar, no para olvidar; hay que ver televisión para recrearnos en algo que nos guste, para descansar, para dejar que se nos cuente algo, no para olvidar otra cosa; hay que jugar un videojuego porque nos encanta su trama, porque nos encanta el reto, porque queremos divertirnos con amigos a los que les gusta el mismo juego, no para olvidar y evadirnos de la vida; hay que ir de compras porque queremos darnos el gusto, porque queremos engreírnos un poco, porque es agradable satisfacer una necesidad de manera divertida, no para olvidarnos de nuestras carencias y disolvernos en el consumismo.

14 abr 2017

La depresión: primera causa de discapacidad en el mundo


Hasta hace unos días yo manejaba la siguiente información: que la primera causa de discapacidad a nivel mundial era el cáncer, un conjunto de enfermedades comúnmente asumidas como "físicas", y que para finales de esta década, o comienzos de la siguiente, iba a ser superada por un padecimiento comúnmente asumido como "psicológico", la depresión y sus diversas manifestaciones, seguido muy de cerca por los igualmente diversos trastornos de ansiedad, lo que dejaría al cáncer en un tercer lugar.

Cuando tomé conocimiento de estas proyecciones, ciertamente me sorprendí bastante y realmente tomé mayor consciencia de lo mucho que hay por trabajar en salud psicológica. Al mismo tiempo me decía a mí mismo que faltaba mucho aún para que estas predicciones se cumplan. Pues bien, parece que los días previstos ya llegaron, a juzgar por la nota periodística que me encontré la semana pasada:


La nota del portal de noticias Vanguardia dice algo muy importante. En 10 años la depresión ha crecido 15% en el mundo, lo cual es una barbaridad. La nota lo explica mencionando dos aspectos: 1) la falta de atención psicológica y médica; 2) el estigma con respecto a los padecimientos psicológicos. Es este segundo punto el que me parece fundamental, porque es el punto en el que las personas somos las que tenemos el control directo.

Y es que, siendo sinceros, nadie quiere ir a ver al psicólogo o al psicoterapeuta, y lamentablemente muchos no quieren hacerlo porque pedir una cita con uno sería como admitir que uno "está loco". Ese es el estigma del que habla la nota. Eso hace que las personas no busquen atención y permanezcan con la depresión encima durante muchísimo tiempo, afectando sus vidas, su productividad y la salud propia y la de sus hijos (sí, los hijos niños o adolescentes de un padre o madre con depresión definitivamente van a verse afectados de forma negativa).

Aquí se me viene a la memoria una imagen que vi en las redes sociales que me encanta y que tiene un enorme poder en contra de este estigma contra el cuidado de la salud psicológica:


Hacia el final de la nota, Vanguardia pone una sección que titula "¿Cómo combatirla?", refiriéndose a la depresión, naturalmente. Y menciona una serie de "tips". Me parece que aquí la nota empieza a cojear y justamente empieza a tirar en favor de la enfermedad y no de la salud. Si anteriormente están diciendo que este padecimiento ha crecido tanto debido a la falta de atención, ¿cómo así ponen una sección de tips donde dan consejos estériles y no nos dicen cuándo acudir a un profesional?

¿Por qué digo que algunos de estos consejos son estériles? Basta fijarse en la definición de depresión que ponen ellos mismos antes. Por ejemplo, dicen que la depresión se caracteriza por una pérdida de energía, pero luego ponen en "¿Cómo combatirla?" un tip que dice "actívate, realiza actividades físicas que incrementen tu energía física y mental". O sea, es cierto que el ejercicio físico es el mejor antidepresivo que existe, sin embargo esto es más realista como medida de prevención, no como una forma de combatir directamente la depresión ya instalada en una persona. Es como que digamos que la gripe se caracteriza por, entre otras cosas, la presencia de estornudos y tos convulsiva, y luego pongamos en "¿cómo combatir la gripe?", un tip que diga "deja de toser y de estornudar". Si están diciendo que la persona con depresión se ve afectada por una pérdida de energía, ¿cómo lo mandamos a que haga ejercicio? Sí, lo sé, el que lo consiga hacer como rutina, efectivamente la podría combatir con eso, pero es que no todos lo van a conseguir, ni mucho menos. Llevamos años leyendo este tipo de tips, y ya vemos cómo la enfermedad sigue creciendo.

Otro ejemplo: dicen que la depresión se caracteriza también por sentimientos de culpa, desesperanza e inutilidad. Más abajo ponen "pensamientos de autocastigo e incluso suicidio". En "¿Cómo combatirla?" recomiendan: "positiva tus pensamientos" (¡!). O sea, no lo entiendo; uno se queda con cara de "¡¿qué?!". Nuevamente es lo mismo: una infección estomacal se caracteriza por deshidratación, vómitos y/o diarreas continuas y abundantes. Recomendación para combatirla: "deja de vomitar y de hacer el dos". Hasta resulta gracioso.

Está bien, si uno se siente deprimido y ve cómo esto está afectando su vida, puede intentar reponerse haciendo estas cosas, pero si pasan 4, 5, 6 meses y la depresión continua o empeora, es necesario acudir con un profesional recomendado. Por favor, si están diciendo que la enfermedad está creciendo tanto y está incapacitando a tanta gente en el mundo debido a la falta de atención, ¿cómo no recomiendan a las personas justamente que busquen atención?

Conclusión: si pasa un semestre y la depresión sigue encima nuestro, afrontemos el asunto y busquemos atención profesional. Evitemos engrosar la gigantesca lista de personas deprimidas en el mundo.

4 abr 2017

Contaminación ambiental y déficit de atención e hiperactividad


Hay un tipo de contaminantes llamados "hidrocarburos aromáticos policíclicos" (HAP) que se generan por la combustión de materia orgánica, por ejemplo, combustibles fósiles, petróleo, carbón, alquitrán. Esto significa que en ciudades relativamente grandes, la exposición de las personas a estos contaminantes puede ser significativa, y, dado que son compuestos capaces de producir cáncer y malformaciones congénitas, resulta un asunto a tomar en cuenta seriamente.

Los HAP y su relación con el trastorno de déficit de atención e hiperactividad

Aquí vamos a asumir que el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) sí existe, ya que hay algunas personas (aunque la mayoría no son profesionales de salud) que niegan su existencia, diciendo que se ha inventado para vender fármacos. Yo personalmente creo que lo que se ha dado, especialmente en la década pasada y en los primeros años de esta, es un sobrediagnóstico irresponsable de este trastorno, y que sí, podría ser que los laboratorios tuvieran algo que ver en ello, como también otros factores, más de índole de responsabilidad, de los profesionales de las escuelas y de los padres de familia (dar una pastilla que "apague" al niño es más fácil que cambiar algunas cosas en casa, por ejemplo).

Pero vamos, el TDAH sí existe, solo que debe ser diagnosticado de manera correcta y no andar asignándoselo a todo el mundo como si fuera una etiqueta.

Partiendo de esta premisa iremos a lo medular: en el 2015 se publicaron los resultados de una investigación interesante. En la ciudad de New York se tomaron a 620 mujeres embarazadas, y de ellas se seleccionó a 250, que son las que habían estado particularmente expuestas a determinados HAP, provenientes de combustión de vehículos motorizados y de calefacciones, durante su periodo de gestación.


A los hijos de estas 250 mujeres se les hizo un seguimiento hasta los 7 o 9 años, que incluía evaluaciones de inteligencia, de detección de TDAH, resonancias magnéticas, etc. Se encontraron varios datos importantes: estos niños presentaban más problemas de pensamiento y problemas conductuales en comparación con la población en general; también mayores riesgos de presentar problemas de conducta y, finalmente, mayores probabilidades de presentar TDAH.


Algunas ideas finales

Esto nos da qué pensar. Este asunto de la contaminación ambiental, no solo afecta nuestros cuerpos (cáncer, por ejemplo, como se mencionó arriba), sino también nuestro comportamiento y nuestra psicología en general.

A veces cuando vemos que algunos hacen sus campañas diciéndonos que usemos más las bicicletas, o ponen sus lemas como "yo soy un auto menos", o cuando se pide más áreas verdes y menos asfalto, tildamos de exageradas a estas personas, cuando en realidad vemos que tienen razón. Es interesante ver cómo algo que aparentemente no tiene nada que ver (la combustión de los vehículos en la ciudad, el lugar dónde vivimos, o la calefacción que usamos) se suma con otros factores y terminan juntos conformando un trastorno neuropsicológico.

Todo esto nos toca porque finalmente todos nosotros somos ciudadanos y elegimos a nuestras autoridades y tenemos la capacidad para fiscalizarlas, así como para educar con el ejemplo a los niños en estos asuntos, que vemos que, nuevamente, sí son importantes.

Referencias

Les dejo aquí algunos enlaces en donde se habla más de este tema:

- Una nota de difusión científica en donde nos cuentan acerca del estudio de New York. Lo bueno para nosotros es que está en español: http://www.neurologia.com/noticia/5143/noticia

- El artículo científico original, publicado en The Jama Network: http://jamanetwork.com/journals/jamapsychiatry/fullarticle/2205842

- La entrada en la Wikipedia dedicada a los hidrocarburos aromáticos policíclicos: https://es.wikipedia.org/wiki/Hidrocarburo_arom%C3%A1tico_polic%C3%ADclico


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

18 feb 2017

El poder de la adicción y la adicción al poder


Encontré este vídeo en una página que me recomendaron. Se trata de una conferencia brindada en Brasil por el médico húngaro canadiense Gabor Maté en el 2012, en la que habla acerca de las adicciones. La conferencia dura 18 minutos y está dirigida al público en general, de tal forma que todos podemos entenderla. Les recomiendo escuchar a este autor que tiene cosas interesantes qué decirnos acerca de este problema.
 

 
Me interesa recalcar algunas cosas a las que se refirió Maté:
 
- Las adicciones en general funcionan como analgésicos, y los analgésicos tiene la función de aliviar el dolor. El real problema aquí no es tanto la sustancia o la adicción, sino el dolor, el sufrimiento que está viviendo la persona. Maté menciona abusos sexuales en la niñez, negligencia en la crianza, abuso físico, abandono emocional, etcétera, como generadores de sufrimiento constante. Incluso menciona cómo las guerras o la violencia, al afectar a las madres (y padres), también generan experiencias de sufrimiento emocional en los bebés y en los niños, que desarrollan así mayores riesgos de generar una adicción en el futuro.
 
- Las adicciones estimulan la producción y recepción de sustancias en el sistema nervioso que brindan motivación y ganas de vivir (dopamina). La pregunta es: ¿cómo es que las personas con adicciones han perdido esta motivación, este empuje, estas ganas de vivir y de hacer cosas, de tal manera que necesitan que algo externo se las brinde?
 
- Las adicciones también estimulan la producción y recepción de endorfinas, analgésicos naturales que produce nuestro cuerpo que también tienen la función de posibilitar el apego entre padres e hijos y la experiencia de amor, en general. De la misma manera, aquí la reflexión que toca es: ¿qué pasó, cómo así las personas con adicciones necesitan que algo externo a ellos les brinde la posibilidad de sentir ese apego o ese amor que tendrían que poder sentirse, recibirse o experimentarse de forma natural?
 
Les recomiendo nuevamente ver el vídeo completo, ya que dice más cosas importantes al respecto. Incluso salta a ligar este tema con asuntos de escala mundial que nos competen a todos. Especialmente recomiendo ver este vídeo a las personas que tienen a alguien cercano con una adicción o quienes padecen de esto.
 

8 ene 2017

Dos artículos muy recomendados sobre maltrato físico a los niños


Me encontré recientemente con un artículo muy inteligente y estupendamente argumentado en el blog de la psicóloga argentina Natalia Liguori. El artículo habla sobre el maltrato físico a los niños por parte de los papás. Aquí el enlace:


Por si acaso, "chirlo" parece indicar "nalgada". Me imagino que así le dicen en Argentina.

Ya desde el inicio, la entrada comienza de forma arrolladora, con un epígrafe de Rosa Jové que dice:

"Todos los niños son seres humanos. No se pueden utilizar con ellos medios, modos y métodos que no serían aceptables en otro ser humano."

La verdad es que el epígrafe es irrefutable, así de sencillo, por lo menos en toda sociedad que se rige por la democracia y el estado de derecho. Sí, y repito, no veo forma lógica de refutar esa cita en nuestro contexto, a menos que cambiemos las reglas que nos rigen, de tal manera que nosotros también podamos ser golpeados o castigados físicamente de forma legítima por nuestras faltas.

La entrada empieza de forma arrolladora, como dije, y continua así durante toda la nota. El artículo es muy inteligente y es una de las mejores argumentaciones que he leído acerca de este tema dirigidas al público en general, así que lo recomiendo a todos.

Las respuestas en contra por parte de los lectores


Pero la cosa no queda ahí. También recomiendo la respuesta que la autora dio a algunos comentarios que suscitó su artículo, cuando fue compartido en su momento. Todas respuestas simples y, otra vez, muy inteligentes. Aquí el enlace:


Sugiero tomar en cuenta lo que dice esta autora. Sus fundamentos son muy serios y además nos brinda un sustento científico, de tal manera que esta no es una cuestión de "opinión", es cuestión de que la profesional sabe muy bien de lo que está hablando y vale la pena escucharla.