8 dic 2011

Ciclo de la agresión en la pareja

En las últimas entradas hemos venido hablando de la agresión y de la violencia. Hablamos de la agresión de padres a hijos y de la agresión de hijos a padres. Ahora daremos una mirada a la agresión en la pareja, a propósito de una imagen que encontramos en internet:

Imagen alojada por servimg.com

Se trata de una imagen muy clara del círculo vicioso que se da en muchas parejas que funcionan con el ingrediente del maltrato físico y/o psicológico. Para que el círculo se mantenga vivo es necesario que ambos miembros de la pareja lo permitan: el agresor ataca y luego se arrepiente; y el agredido se deja atacar y luego perdona. Es importante cosiderar esto último para evitar caer en la tentación de creer que uno es el malo de la película y el otro es la víctima indefensa. En la mayoría de casos el agredido no sólo permite ser agredido sino que lucharía por mantener su relación tal cual está.

Si hablamos de necesidades de salud mental, ambos miembros necesitarían apoyo profesional. Asimismo, el hecho de que no haya buenos ni malos en estas relaciones de pareja, no quita la necesidad de que los profesionales (judiciales, de salud, asistencia social, autoridades) apoyen y ofrezcan su trabajo a uno o ambos miembros de una pareja de estas características que deseen salir de este círculo. Por ejemplo, no se trata de que el policía que recibe la denuncia le diga a la mujer maltratada "¿te ha pegado? ¿qué habrás hecho, pues?". Se trata de que reciba la denuncia y le dé curso; hay una mujer que desea salir del círculo y eso merece toda la dedicación posible. Además ella tiene razón, nadie puede pegarle.

Finalmente, hay que considerar variantes en este círculo que hemos compartido con ustedes. Puede que no haya golpes sino insultos, puede que no haya fase de arrepentimiento, puede que se inviertan los papeles y sea ella quien le pega a él, puede que se trate de una pareja homosexual. En fin, hay muchas posibilidades donde lo común es el maltrato que se recibe de la pareja.

4 comentarios:

  1. "En la mayoría de casos el agredido no sólo permite ser agredido sino que lucharía por mantener su relación tal cual está."
    No entendí esa parte.

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  2. Supongamos que el hombre golpea a la mujer. Muchas veces sucede, por ejemplo, que alguien, un familiar, un ciudadano cualquiera, un sereno, un policía o un amigo, es testigo de la agresión y sale a defender a la mujer agredida. Probablemente lo que pase en ese momento sea que la mujer salga a defender a su agresor, a su pareja, en contra de quien ha pretendido defenderla a ella, dejando al defensor en un estado de confusión y perplejidad.

    En ese caso, la mujer está teniendo la oportunidad de hacerse respetar, de cambiar los términos de la relación, especialmente cuando quien la está apoyando es la familia o la autoridad, pero, paradójicamente, lo que hace esta supuesta víctima es "luchar" para que las cosas sigan igual y que nadie se atreva a intervenir en su favor.

    El solo hecho de no actuar para hacerse respetar ya es indicador de que la persona agredida está conforme, a pesar de su sufrimiento.

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  3. De hecho este circulo vicioso puede posibilitar un cambio de roles, en donde el maltratado asuma el papel de agresor y viceversa, este cambio incluso puede tener fases en donde por determinados lapsos los cambios se den de manera constante, es un tema muy complejo y de amplio análisis

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  4. Es verdad, la realidad suele sobrepasar cualquier esquema. El cambio de roles del que hablas hace pensar en parejas que se maltratan mutuamente. Muchas veces se ve, por ejemplo, parejas con esta dinámica en las que el círculo termina incluyendo un ingrediente de revancha o venganza que motiva al agresor, debido justamente a que anteriormente estuvo en el rol de víctima, generándose un círculo un tanto diferente y mucho más complejo del que hemos compartido acá.

    Y sí, el tema es amplísimo, y seguiremos intentando reflexionar sobre él desde diversos ángulos.

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