22 sept 2015

¿Tu hijo duerme entre tú y tu pareja?


Los niños son seres sexuados, no son ángeles sin sexo, son personas con sexualidad, con deseos, atracciones, repulsas sexuales. Por supuesto hay diferencias notables en su sexualidad con respecto a los adultos. La sexualidad de los niños se manifiesta o es vivida por cada niño de acuerdo a su etapa de desarrollo.

A los 4 o 5 años, ante la pregunta de con quién te vas a casar, el niño fácilmente podría responder "¡con mi mamá!", y la niña "¡con mi papá!". A la gente esto suele parecerle una gracia, pero no lo es, el niño está hablando muy en serio.

Me quiero casar con mi mamá / me quiero casar con mi papá

Esto es algo normal, se da porque la mamá o el papá son las primeras personas del sexo opuesto a las que el niño o niña ama y, al ser seres sexuados, al saber que los adultos procrean, copulan, se aman, se emparejan, hacen su elección, la cual es obvia, mamá o papá, no hay otra mejor pareja en su mundo, no hay otra persona más amada o más importante.

La renuncia a mamá o papá es necesaria para la continuidad saludable del linaje

Este deseo de papá o mamá evidentemente no se concretará. Esta es una prohibición necesaria para la supervivencia de la especie. Los niños tienen que resignarse en algún momento de su vida a que su mamá o papá no serán sus parejas, y en el caso de las familias que tienen a los papás juntos, tienen que resignarse a que su papá o su mamá ya tienen una pareja, que es el otro padre, a quien también aman y con quien no van a competir o intentar despojar de la persona amada.

Es mejor que los niños duerman en sus camas

Por eso es mejor que los niños duerman en sus camas. Si permites o promueves que tu hijo duerma entre tú y tu pareja, estarás obstaculizando esa renuncia necesaria para la futura sexualidad saludable de tu hijo, estarás concretando la fantasía de que él va a separarlos (él en el medio, separándolos) y lo estarías exponiendo también a sentimientos de culpa muy intensos asociados con la sexualidad.

La cama de ustedes es la cama de ustedes, donde hacen el amor, donde tienen los momentos más íntimos. Esa cama tiene inclusive un olor particular, ha sido manchada muchas veces por los fluidos sexuales de ustedes, es su cama, su lecho sexual, y tu hijo es una persona, una tercera persona que tiene su propia cama y que ya tendrá su momento de tener un espacio de pareja para él.


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

13 sept 2015

¿Detrás de un niño bien educado hay una mamá con una chancleta y buena puntería? Tal vez, pero ¿a qué precio?


Algunos problemas de agarrar a chancletazos a los hijos:

- La agresión física es evidencia de que al adulto se le acabaron las ideas o de que no sabe controlar sus emociones negativas. Es mejor que los niños aprendan más bien el manejo de sus emociones y el cultivo de las ideas, más que el descontrol y la irracionalidad. Los papás serían los primeros modelos de estas cualidades.

- Es un poco difícil inculcar control con descontrol. La agresión física, excepto para un sádico, es algo indeseable de aplicar a las personas amadas, como lo son los hijos. Llegar a ese límite es muestra de falta de recursos para manejar la situación, es muestra de descontrol.

- Para un niño, recibir un golpe de alguno de sus papás lo sitúa en una situación extraña, en donde aquel que naturalmente es el ser que lo protege en este mundo, de repente se torna en el atacante, en el agresor, en la amenaza, atacando su cuerpo, dañándolo, generándole heridas, inflamaciones y dolor. Esto convierte su primera experiencia de amor en algo complicado, que incluye el dolor y el daño.

- Los golpes convierten al niño en víctima, sin posibilidad de defensa frente a un oponente mucho más fuerte, prácticamente invencible. Esta experiencia de indefensión, de incapacidad, de impotencia, de terror y sumisión representa un golpe a la autoestima del niño, cuyo cuerpo y mente están en formación. Tal vez haya adultos educados criados a golpes. Si uno examina bien la situación podría ver en estos adultos una menor autoestima en comparación con otros adultos que fueron criados adecuadamente, sin abuso, lo que los colocaría en una situación de desventaja.

Los papás hacen bien al ser firmes, al educar, al ser rectos, coherentes, al ser expresivos y saber reforzar las conductas positivas y al saber también cuándo es necesario aplicar sanciones. Para lograr esto no es necesario llegar a los golpes (o a los insultos).

Si usted es padre de familia y está golpeando a sus hijos, y no quiere seguir haciéndolo, pero no ve la forma de salir de este tipo de castigos, tiene la opción de recurrir a apoyo profesional.

2 sept 2015

Cómo las acciones cotidianas de los papás definen el futuro de los hijos

No sabemos quién es el autor de la historieta, pero está genial:


Esta escena es tan cotidiana que es difícil no sentirse identificado o haber sido testigo de ella. Hagamos el ejercicio de pensar un poco en ella. Es evidente que se trata de una pareja machista tradicional; ambos lo son, ella también, a pesar de la cara de disconformidad que muestra al final, ella está casada y eligió tener hijos con ese hombre.

Pensando un poquito más allá tal vez nos demos cuenta de los niños. Prestemos atención a la última viñeta y preguntémonos: ¿qué mensaje le están dando estos padres a estos dos niños varones? Sus caras ya lo dicen todo. Es absolutamente evidente que estos dos niños van a repetir el patrón que sus papás les están enseñando, que su misma mamá les está enseñando.

Estas son las experiencias más importantes, las que determinan el tipo de adultos que van a ser nuestros hijos cuando crezcan, son las escenas que pasan todos los días, casi sin que nos demos cuenta, y que transmiten información acerca de cómo "deben ser" las cosas.

Lo mismo sucede cuando los padres se maltratan, cuando se llevan mal, cuando se desautorizan uno al otro, cuando mantienen relaciones enfermizas, cuando son agresivos o cuando son negligentes, en general. Los hijos se dan cuenta de todo y todo lo asimilan como parte del mundo en el que viven y como referencia de cómo funciona ese mundo. Su vida futura se organizará de acuerdo a lo que hayan visto, oído o experimentado de sus padres.

Es importante tomar conciencia de esto, de la importancia de lo que hacen los papás en la vida cotidiana y qué es lo que estas acciones generarán en sus hijos.