16 may 2015

Autoestimas infladas

Aquí una imagen que ronda por internet, muy vista, la del gato que ve un león en el espejo. Esta vez le pusieron un mensaje:


¿Cómo diferenciar una verdadera buena autoestima de una autoestima inflada?

En el caso de este gato la clave está en la falsedad de lo que ve. El gato ve reflejado en el espejo algo que no corresponde con la realidad, algo más grande que él, más poderoso, con otras capacidades, que él, como gato doméstico, no tiene.

Si este gatito tuviera una buena autoestima vería su propio reflejo y estaría contento con él. Este gatito no se está viendo a sí mismo, no se quiere ver a sí mismo, no se quiere en realidad, pues no es ese algo más poderoso y más grande que cree que es y que seguramente se ufana de ser ante los demás.

Aquel que tiene una autoestima inflada ve cómo esta se revienta como un globo gigantesco ante la punzada de un miserable alfiler, cuando la realidad llega a desmentirlo. Este gatito, que jura que es un león, se irá a cazar una cebra y esta lo recibirá de una patada y lo hará volar hacia atrás dolorosamente.

La autoestima inflada es falsa; la persona cree o se siente más de lo que es, no es una real buena autoestima, más bien esconde una autoestima muy pobre detrás de la imagen, del dinero, del poder, de los logros o de las pretensiones que usa para inflarse.

Una autoestima realmente positiva no es escandalosa ni ostenta nada, y nunca, jamás hace verse a uno mismo como otra cosa que no es.

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