25 oct 2015

Embarazo adolescente: el gran generador de pobreza

 
Más allá de si es exacta o no la estadística mostrada (que no sería nada sorprendente, pues una mujer profesional sí puede llegar a ganar 7000 soles al mes, versus los 750 soles que suman un sueldo mínimo), cuando los adolescentes (incluyendo a los adolescentes tardíos, que no han concluido sus estudios superiores) tienen hijos, efectivamente, se ven obligados a ingresar en el mercado laboral para darle sustento a su criatura. Este ingreso al mercado laboral se hace en desventaja, pues no tienen estudios, ni preparación, ni experiencia suficiente. Es más fácil que los empleadores los exploten, que estén subempleados o que ingresen en el mercado informal.

Nace así una familia pobre. Si no pobre, nace una familia sin los recursos que podría haber tenido o con serios apuros económicos. Ahora multipliquemos esto por millones de embarazos adolescentes. Nacen cada año millones de familias pobres. Se concluye: el embarazo adolescente genera pobreza. No solo la pobreza de las personas directamente implicadas, sino que aporta a hacer todo un país más pobre.

Un caso aparentemente distinto, y que al final es la misma cosa

Pongamos un caso distinto: un par de jovencitos de 14 tienen un hijo accidentalmente. Los padres de estos jóvenes deciden ayudar a sus hijos en el cuidado y la crianza del nieto, para que sus hijos adolescentes puedan seguir con sus estudios, por ejemplo. Las familias extensas de estos chicos deben destinar recursos a la manutención del bebé, ya no pueden ahorrar lo mismo, ya no pueden invertir lo mismo, ya no pueden gastar en lo mismo. La familia es más pobre de lo que era o, si queremos verlo en positivo, es menos rica de lo que era.

La cosa no queda ahí: estos chicos de 14 años tendrán que apurarse para cuanto antes tomar la posta de los abuelos en el cuidado de su hijo. Esto apurará sus estudios o su acceso al mundo laboral, generándose lo mismo que describimos antes.

Conclusión: nuevamente, el embarazo adolescente genera pobreza, hace familias más pobres y suma, caso tras caso, un país más pobre (o menos rico, que al final viene a ser lo mismo, recordando que estamos en Perú, y no en Noruega). Es importante reflexionar sobre esto y tomar medidas junto con los niños y adolescentes que están en riesgo de ingresar en esta situación (prácticamente todos).


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

No hay comentarios:

Publicar un comentario