6 dic 2017

La importancia de que los niños tengan rutinas


Las rutinas ponen límites a las personas, estructuran la jornada, ordenan las actividades e impiden los excesos al interrumpir la perseveración en las actividades de placer.

Al hablar de "rutinas" nos referimos, por ejemplo, a las horas de acostarse, a los preparativos previos a irse a dormir, a las horas de levantarse, a las siestas, a las horas de las comidas, a las horas de actividades de aseo personal, a las horas de estudio, etc.

¿Por qué son importantes las rutinas?

Cuando los niños crecen sin suficientes rutinas, puede resultarles muy difícil luego manejarse en situaciones en las que hay normas o limitaciones, ya que no se han acostumbrado a interrumpir sus deseos de acuerdo a la necesidad o a la conveniencia.

También la falta de rutinas podría ayudar al niño a acostumbrarse a procrastinar, a dejar para después las cosas que no le brindan una satisfacción inmediata, como bañarse, cambiarse la ropa del colegio al llegar a casa, estudiar o hacer tareas.


Las rutinas ayudan a que a los niños les sea más fácil obedecer las directivas de sus papás, ya que están acostumbrados a guiar sus acciones no solo por el placer, sino también por lo que es necesario e importante. Los niños normalmente confían en el criterio de sus padres, por lo que saben que lo que ellos mandan en el fondo es para su bien, por más que no sea algo placentero en el momento.

Al niño sin rutinas, en cambio, le puede ser más fácil caer en la desobediencia a sus papás o a las figuras de autoridad. También le puede ser más fácil buscar justificar su inacción con pretextos o falsas razones que lo convierten en un rebelde, cuando lo que realmente desea, de repente, es que no perturben su falta de estructura, su caos, que no le interrumpan sus placeres.

Planificar, conversar, ponerse de acuerdo lo más temprano posible

Por ello es importante que los papás se pongan de acuerdo en establecer rutinas para sus hijos y en hacerlas cumplir a sus horas, cuidando, por supuesto, de dejarles el espacio suficiente para disfrutar del juego, del placer, del ocio y del descanso.

Si los papás trabajan mucho fuera de casa, es sumamente importante que los adultos encargados hagan cumplir estas rutinas (tema muy delicado cuando hay de por medio abuelos que desautorizan a los papás, servicio doméstico demasiado complaciente o familiares a los que no les interesa). Es bueno que esto se establezca desde pequeñitos, no esperar a que el niño muestre problemas de desobediencia, rebeldía, falta de límites o bajo rendimiento para recién pensar en esto. Esto tendría que formar parte de la estrategia de crianza lo más temprano posible, incluso antes de pensar en formar una familia. Muchas veces los papás se encuentran con que están en absoluto desacuerdo con respecto a asuntos fundamentales cuando ya tienen encima la responsabilidad de criar a los niños. Es mejor prevenir de forma responsable.


Referencia

Vásquez-Reina, Marta (2013). Niños desobedientes, seis trucos para corregirles. Eroski Consumer. Online: http://www.consumer.es/web/es/bebe/ninos/mas-de-4-anos/2013/01/16/215401.php


Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495

diego.fernandezc@pucp.edu.pe

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