Algo chocante era que esta maestra mía siempre ha sido una persona muy acomedida, prudente, sin excesos. Era de la última persona de la que habría esperado un comentario así. Pero tenía razón. A veces, los padres están tan mal que verdaderamente parece preferible para la salud de la criatura la orfandad, la adopción o la institucionalización.
Comento esto a propósito de una noticia que salió recientemente:
La adolescente de esta película hizo lo mejor que pudo como madre: darse cuenta de que ella le haría más daño a su hija criándola que entregándola en adopción.
Volviendo a la noticia
Reflexionando acerca de esto, no puedo dejar de imaginarme cuán mal de salud tiene que estar alguien para agarrar a bofetadas a una niña de un año y medio. Ya hay que estar mal para golpear a un hijo en general, pero es que esto se agrava cuando vemos que la persona está agrediendo a una criatura tan pequeña. Aquí ya no hay razón que valga, es el reinado de la sinrazón, porque es evidente que a bofetadas no va a lograr que se calle una niña de esa edad. Aquí simplemente se trata de descargar la ira que le produce las demandas de la niña, solo se trata de "darle su merecido", de sacar la inmensa rabia que se siente.
Frente a este tipo de relación malsana de maternidad, uno recuerda que a veces, en determinados casos, los padres hacen daño y que sí existen mejores opciones en su reemplazo.
Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495
diego.fernandezc@pucp.edu.pe
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