6 abr 2015

Trabajar en la autoestima de tu hijo

En las tres entradas anteriores hablábamos de un artículo de Norma García Villalva que llamó nuestra atención. Recordemos que daba 6 razones que explicaban el mal comportamiento de los hijos:

1) Porque tú los dejas
2) No hay consecuencias del mal comportamiento
3) Tú les dices a tus hijos que son especiales
4) Tú haces que tus hijos sean la cosa más importante en tu vida
5) Fallamos a la hora de enseñarles la diferencia entre derechos y privilegios
6) Trabajas en la autoestima de tu hijo


Hablemos ahora de la sexta razón:

Trabajas en la autoestima de tu hijo

"La palabra autoestima es una palabra compuesta de auto: uno mismo, y estima: amor, o sea, amarse a uno mismo. Tú no le puedes proporcionar una valoración positiva de él mismo, confundimos el animarlos y apoyarlos con aumentar su autoestima y cambiamos la regla de "si tiene alta autoestima tendrá éxito en todo", pero en realidad es al revés: "si tiene éxito en todo, aumentará su autoestima". Así que si quieres que tenga autoestima alta, enséñale a alcanzar sus éxitos."


¿Cómo afecta esto el comportamiento?

Más o menos en la línea de las razones anteriores: si los papás adulan, celebran, enaltecen a su hijo sin razones, o exagerando sus logros, no están celebrando el éxito de su hijo, están diciendo y haciendo cosas para hacerlo sentir bien, para inflar su autoestima. Esto, nuevamente, hace que los hijos se crean especiales, con derecho a lo que quieran.

Enaltecer sin razón a alguien es adularlo, es pasarle la franela, se quiere hacer creer a la persona que es única y especial sin siquiera haber logrado nada. El niño o adolescente puede llegar a creer entonces que de por sí, sólo por ser él, se merece lo que desee.

Exagerar los triunfos o los logros también es un besamanos. Se endiosa a la persona y así también puede llegar a creer que merece lo que quiera, con el agravante de que encima tiene "razones" para sustentar su soberbia.

Ambas posibilidades pueden llevar a comportamientos egoístas, tiránicos, prepotentes, desconsiderados e incluso antisociales.

Conclusión

- Efectivamente, los padres no pueden suministrar directamente una buena autoestima a su hijo, ni con palabras ni con actos, pues la autoestima por algo tiene el prefijo "auto", viene de la persona misma.

- Una buena forma de ayudar a la formación de un amor propio adecuado es enseñar a los hijos a lograr sus objetivos, sus metas y sus éxitos, y una vez alcanzados, celebrarlo saludablemente, sin endiosarlos. Aquí las palabras o actos para "hacer sentir bien" o para "subir su autoestima" sobran, estorban y son perjudiciales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario