Los niños son seres sexuados, no son ángeles sin sexo, son personas con sexualidad, con deseos, atracciones, repulsas sexuales. Por supuesto hay diferencias notables en su sexualidad con respecto a los adultos. La sexualidad de los niños se manifiesta o es vivida por cada niño de acuerdo a su etapa de desarrollo.
A los 4 o 5 años, ante la pregunta de con quién te vas a casar, el niño fácilmente podría responder "¡con mi mamá!", y la niña "¡con mi papá!". A la gente esto suele parecerle una gracia, pero no lo es, el niño está hablando muy en serio.
Me quiero casar con mi mamá / me quiero casar con mi papá
Esto es algo normal, se da porque la mamá o el papá son las primeras personas del sexo opuesto a las que el niño o niña ama y, al ser seres sexuados, al saber que los adultos procrean, copulan, se aman, se emparejan, hacen su elección, la cual es obvia, mamá o papá, no hay otra mejor pareja en su mundo, no hay otra persona más amada o más importante.
La renuncia a mamá o papá es necesaria para la continuidad saludable del linaje
Este deseo de papá o mamá evidentemente no se concretará. Esta es una prohibición necesaria para la supervivencia de la especie. Los niños tienen que resignarse en algún momento de su vida a que su mamá o papá no serán sus parejas, y en el caso de las familias que tienen a los papás juntos, tienen que resignarse a que su papá o su mamá ya tienen una pareja, que es el otro padre, a quien también aman y con quien no van a competir o intentar despojar de la persona amada.
Es mejor que los niños duerman en sus camas
Por eso es mejor que los niños duerman en sus camas. Si permites o promueves que tu hijo duerma entre tú y tu pareja, estarás obstaculizando esa renuncia necesaria para la futura sexualidad saludable de tu hijo, estarás concretando la fantasía de que él va a separarlos (él en el medio, separándolos) y lo estarías exponiendo también a sentimientos de culpa muy intensos asociados con la sexualidad.
La cama de ustedes es la cama de ustedes, donde hacen el amor, donde tienen los momentos más íntimos. Esa cama tiene inclusive un olor particular, ha sido manchada muchas veces por los fluidos sexuales de ustedes, es su cama, su lecho sexual, y tu hijo es una persona, una tercera persona que tiene su propia cama y que ya tendrá su momento de tener un espacio de pareja para él.
Diego Fernández Castillo
Psicólogo – psicoterapeuta
Colegio de Psicólogos del Perú 19495
diego.fernandezc@pucp.edu.pe
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