25 may 2016
¿Por qué los adolescentes duermen tanto?
Cuando una persona llega a los 10, 11 o 12 años, su cuerpo empieza a cambiar como nunca más lo hará en otra etapa de la vida. El cuerpo humano nunca se queda quieto, siempre está modificándose y el proceso de maduración y envejecimiento nunca se detiene hasta la muerte del individuo. Sin embargo, en la pubertad y en la adolescencia, los cambios son particularmente dramáticos. Al crecimiento físico aumentado, se le debe agregar la maduración sexual y todo lo que implica transformarse en un cuerpo capaz de reproducirse, y a esto se le debe agregar la transformación psíquica que llevará al niño a consolidar una personalidad, una forma de ser y su autonomía en este mundo. Todo esto no se da por separado, sino que son procesos que se dan entremezclados, unos determinando otros, por ejemplo, en los músculos, en los huesos, en la piel, en los órganos sexuales, en el sistema nervioso en general, en todas las glándulas, en el cerebro...
En términos más concretos, solo basta con imaginar toda la energía que necesita, por ejemplo, un cuerpo de niña, para sintetizar las hormonas, para delinear el cuerpo, para hacer crecer las mamas, para activar la ovulación mes tras mes, para estirar los huesos, los músculos y todos los tejidos corporales, etcétera. La energía necesaria para todos estos procesos es inmensa, y cuando hay un gran desgaste en cualquier sistema, se requiere periodos de descanso proporcionales. Por esto, en parte, los adolescentes duermen tanto. Dicho sea de paso, otra etapa en el desarrollo humano con cambios tanto o más vertiginosos que los de la adolescencia se da en la primera infancia; ¡y todos sabemos cuánto necesitan dormir los bebés!
Un artículo recomendado al respecto
Otra manera de explicar este fenómeno la encontramos en un artículo publicado en El Comercio, que encontré revisando el material que tenía guardado del año pasado. El artículo se titula "Si tienes un hijo adolescente, déjalo dormir bastante". Recomiendo a todos los papás que lean esta nota. A los papás de niños en edad escolar les servirá para estar avisados de parte de lo que se viene, y a los papás de púberes y adolescentes tal vez les sirva para entender mejor a sus hijos y pensarlo un poco antes de calificarlos de vagos u ociosos.
Esto no quiere decir que se permita que los chicos hagan lo que quieran
Bueno, demás está aclarar que el hecho de entender que un adolescente puede tender a dormir mucho, no significa que el papel regulador y ordenador de los padres deba desaparecer, porque de ser así hay riesgos de caer en el exceso de permisividad y en la negligencia. Los papás tendrían que encontrar un punto medio entre la disciplina y la comprensión de los procesos y necesidades de sus hijos adolescentes, en este caso de su necesidad de sueño; ambas cosas son fundamentales y habría que encontrar la manera de que estén en armonía.
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