6 may 2016

Regalos en exceso

Este artículo se llama "El síndrome del niño hiperregalado"... Hmm... sí, no me gusta el nombrecito, esa tendencia de estos últimos años a patologizar todo e inventarse "síndromes" que cualquiera se los saca de la galera y que aparecen a diario en notas como esta. Sospecho que esto viene desde el famoso "síndrome de alienación parental", inventado por Richard Gardner en 1985. Y es que el nombrecito dan ganas de usarlo porque suena genial, pero resulta que hasta ahora no hay acuerdo acerca de la justificación de su uso o de su necesidad. Pero esto solo es una sospecha mía para explicar cómo así ahora por internet la gente pareciera que se inventa "síndromes" como si los exhalaran... y es que sí, venden bien, si es que suenan bonito, claro.

Bueno, no me gusta el nombre. Normalmente este tipo de artículos los elimino de inmediato y paso a otra cosa, pero vaya que este sí que me parece bueno por el contenido, a tal punto que el tema del diagnóstico inventado podría pasar a un segundo plano.

Regalos en exceso


Paso al tema: en este artículo se nos habla de esas familias en las que los hijos son consentidos en exceso con regalos costosos y explica las consecuencias de ello (que me consta que es así como se dice en la nota).

Lo que me ha gustado más, cosa que tampoco suele gustarme mucho, es el vídeo que acompaña al artículo. Bueno, es un vídeo publicitario en el que se escenifica una supuesta experiencia con niños y sus padres. A los niños se les pide que escriban una carta a los Reyes Magos pidiéndoles algo. Los niños lógicamente piden juguetes o cosas materiales. Luego de eliminada hábilmente la variable material e interesada en los niños, se les pide que redacten una segunda carta pidiéndoles algo a sus papás. Los niños entonces les piden cosas como jugar más conmigo, jugar fútbol, pasar más tiempo juntos, hacer planes, que les hagan caso, etcétera.

Luego, y para mayor sorpresa, se les plantea a los niños la situación siguiente: solo pueden enviar una de las dos cartas, ¿cuál enviarían? Los niños lo piensan y eligen la de los papás. El mensaje es clarísimo: hay algo muchísimo más importante y valioso que lo que los chicos piden.




Bueno, más allá de preguntarnos cuál es el interés de una empresa de muebles y decoración para hacer una campaña como esta, podemos fijarnos en lo interesante de lo que se muestra en el vídeo. Es como para hacer un experimento científico con esa metodología a ver qué sale, porque lógicamente no vamos a creer a pie juntillas lo que dice Ikea en su publicidad, pero sí sería genial hacer una investigación a ver qué tanto es así.

Recomiendo a todos los papás y a los que piensan serlo leer el artículo con atención y ver el vídeo. Es interesante, más allá del nombrecillo y del vídeo publicitario.

Aquí el enlace:

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